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A Marchionne se le atribuye el haber transformado al conglomerado italiano y el haberle devuelto la rentabilidad.

Fernando Robayo
25 de julio de 2018 15:22

Sergio Marchionne, principal de Fiat, falleció en Suiza

El expresidente ejecutivo de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Sergio Marchionne, falleció hoy en una clínica en Suiza a los 66 años, luego de sufrir complicaciones derivadas de una operación, hace algunas semanas.

"Sucedió, por desgracia, lo que nos temíamos: Sergio, el hombre, el amigo, se ha ido", anuncio el presidente de FCA, John Elkann, en una nota. El directivo fue intervenido quirúrgicamente en el hombro, en junio, pero algunas complicaciones tras la operación provocaron su estado irreversible, según publicaron algunos medios.

La familia había pedido discreción y nunca comunicó el estado de salud de Marchionne. Su grave estado provocó que FCA y Ferrari tuvieran que elegir a sus sucesores anticipadamente en un consejo de administración reunido de manera urgente el pasado sábado.

Marchionne había anunciado su marcha de FCA en la primavera del 2019 y de Ferrari en el 2021.
"Pienso que el mejor modo de honrar su memoria es guardar como un tesoro el ejemplo que dejó: cultivar los valores de humanidad, responsabilidad y apertura mental de los que siempre fue promotor", añadió en la nota Elkann, presidente de FCA y Ferrari.

El nieto de Gianni Agnelli señaló que él y su familia le serán "siempre gratos por todo lo que hizo" y mostró su cercanía a la esposa de Marchionne, Manuela, y a los dos hijos de su precedente matrimonio, Alessio y Tyler.

La historia en Fiat de Marchionne comenzó en el 2003, cuando Umberto Agnelli lo llamó para que formara parte del consejo de administración de Fiat, a pesar de que no tenía experiencia en automóviles y llegaba del sector de los seguros. El año siguiente se convirtió en administrador delegado en un momento en el que la sociedad acumulaba grandes perdidas.

Con su habitual suéter negro, consiguió en esos 14 años sacar a Fiat de la crisis y convertirla en una "sociedad solida y con un futuro brillante y luminoso", como aseguró el pasado junio cuando se anunció su plan industrial hasta el 2022 con más de USD 50 000 millones en inversiones.

El italiano, aunque crecido en Canadá, fue un visionario y el artífice de la posibilidad que daba la fusión con el grupo estadounidense Chrysler en el 2009, que relanzó la compañía de la familia Agnelli, aunque ahora con sede legal en Amsterdam (Holanda) y fiscal en Londres.

Los números de la era Marchione lo dicen todo: la facturación se triplicó entre el 2004 y el 2017,, mientras que de unas perdidas de USD 1 800 millones en el 2004 pasó a un beneficio neto de USD 5 300 millones en el 2007.

También supo relanzar las marcas del grupo estadounidense como Jeep, a la que consideraba "el buque insignia de la compañía" con el lanzamiento en Europa de modelos como el nuevo Wrangler y el nuevo Cherokee. En Italia, apostó por la fábrica de Pomigliano (sur) donde se fabrica el nuevo Panda y reinventó nuevos modelos como el 500L y tres nuevos Lancia: Ypsilon, Voyager y Flavia.

En Ferrari, Marchionne relevó a Luca Cordero de Montezemolo en el 2014, que había dejado una sociedad que no crecía y una escudería de Formula 1 en total crisis. En sus manos, Ferrari volvió a ser la joya de la corona de la familia Agnelli, tras adquirir el 90% de las acciones que estaban en manos a bancos e inversores y crear una sociedad separada de Fiat que cotiza en la Bolsa.

Los resultados de Ferrari en el primer trimestre de 2018 eran de un beneficio en aumento del 19,4% respecto del mismo periodo del año anterior, y una facturación de USD 4 100 millones.

Fuente: EFE